Las apariciones de la Virgen V

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Las vírgenes que lloran sangre

Queda claro entonces cómo es necesario confrontar siempre las revelaciones privadas, que de por sí no tienen la garantía de venir de Dios, con aquello de lo cual sí estamos seguros que viene de Dios, que es la Sagrada Escritura.
Pero puede suceder que, en ciertas ocasiones, algunos mensajes vengan acompañados por señales aparentemente milagrosas. Es el caso de las imàgenes que lloran o que derramana làgrimas de sangre. ¿Estos signos podrìan confirmar el origen sobrenatural de las revelaciones?

Se trata de un fenòmeno bastante extendido. Desde una imagen de la Virgen de Medjugorje, hasta la Virgen brasileña de Louveira o la estatua de Nuestra Señora en Naju, (Korea)...numerosas efigies han llorado como si tuvieran vida. Y las imàgenes de la Rosa Mìstica que han llorado làgrimas de sangre son màs de 80 en todo el mundo.
Lo màs sorprendente es que, al ser analizado el lìquido, se confirma que se trata de làgrimas autènticas y de sangre humana verdadera, segùn los casos.

En los ùltimos diez o quince años, las figuras de vìrgenes que lloran, sangran y hasta transpiran se han multiplicado en todo el mundo. A veces se trata de hechos realmente exòticos como el recientemente difundido en Beirut, donde un cuadro de la Madre de Jesùs exudaba aceite..(¿la Virgen tenìa aceite en su cuerpo?).

Dejando de un lado los casos de fraude (que hay, y muchos), en los que alguna mano inescrupulosa ha montado una escena para embaucar a creyentes ingenuos....¿Pueden estos enigmàticos prodigios ser una señal inequìvoca de que estamos ante autènticos mensajes provenientes de la Virgen?.
Antiguamente existìa un gran desconocimiento sobre el origen de este tipo de prodigios, y era normal atribuirlos a causas del màs allà, en este caso a la virgen Marìa.
Pero hoy la teologìa, con màs exactitud, ha comprendido que el cuerpo de Marìa ya està glorificado, espiritualizado, morando en la vida eterna. No puede su cuerpo, pues, tener sangre como la nuestra. Por lo tanto, si en alguna imagen llegàramos a encontrar sangre o cualquier otro fluìdo, podemos estar ciertos de que no proceden del cuerpo de Marìa. ¿Pero acaso Marìa no podrìa hacer aparecer sangre "de la nada" y colocarla en una imagen?. Aun cuando algunos pudieran responder que sì, de todos modos no se tratarìa de sangre autèntica de Nuestra Señora, sino una sangre aparecida "de la nada".

Es muy significativo, al respecto, lo sucedido en Civitavecchia (Italia). Una estatua de yeso blanca de la Virgen, de unos 30 cm. de alto, comenzò a llorar sangre el 2 de febrero de 1995.
La noticia conmocionò al pueblo, que inmediatamente se dio cita para contemplar el "milagro". Enterado del hecho, el Obispo del lugar decidiò encargar a dos hematòlogos de Roma que analizaran la sangre que vertìa la imagen. Poco despuès los cientìficos confirmaban que se trataba de sangre humana.....pero ¡¡ de un individuo de sexo masculino!!!.

Hay otro hecho que tambièn conviene analizar, es el de los famosos estigmatizados, es decir, aquellos videntes a quienes les brotaron los "estigmas" o llagas de la pasiòn de Cristo en sus propios cuerpos. Estas personas, en determinado momento de su vida, comienzan a sentir que sus manos y pies se lastiman, se abren, y se les forman ciertas heridas parecidas a las que dejarìa un clavo, la corona de espinas, etc.

La historia de la Iglesia ha registrado muchos casos: S. Francisco de Asis, serìa el màs famoso, aunque la gran mayorìa monjas o religiosas mujeres. Todo parece apuntar a una explicaciòn natural, en un fenòmeno llamado "dermografìa".
A esta explicaciòn natural de los estigmas la daba el papa Benedicto XIV, en su citado libro "La Beatificaciòn de los siervos de Dios" de 1738.
Los estudios sobre la personalidad psìquica de los estigmatizados han puesto en evidencia que todos ellos eran altamente sugestionables, y por tanto capaces de somatizar en mayor grado las vivencias que de alguna manera todos padecemos. Y esa excepcional sensibilidad que padecìan hacìa que la idea concebida en su mente se terminara plasmando en su cuerpo. Basta recordar a Francisco de Asis aquel dìa de 1224 en el monte de La Verna, de rodillas, con los brazos abiertos, el rostro vuelto hacia el Oriente, e implorando al Hijo deDios que lo hiciera partìcipe de sus sufrimientos para poder asì compenetrarse mejor con èl.

Que la apariciòn de estos estigmas es algo natural y producido por la sugestiòn de la persona lo demuestra el hecho curioso de que las heridas formadas suelen adecuarse a la imagen contemplada. Los estigmas de Gema Galgani, por ejemplo, correspondìan exactamente a las llagas pintadas en un gran crucifijo ante el cual ella oraba. Asì tambièn, Catalina Emmerich, por primera vez fue marcada con una cruz en el pecho, èsta tenìa forma de "Y" que reproducìa el dibujo exacto de un crucifijo al que ella tenìa gran veneraciòn desde su infancia.
Algunos estigmatizados muestran la llaga del costado del lado dercho, otros de lado izquierdo, en algunos el clavo hace un corte redondo, en otros una tajada.....segùn como ellos lo imaginaban.
Dios no tortura ni manda tormentos a nadie. Una experiencia tan dolorosa como la de los estigmas jamàs puede proceder de la persona del Dios de amor revelado por Jesucristo.
Por lo tanto, la apariciòn de estigmas y llagas lejos de ser una señal de santidad o señal divina, son màs bien una muestra de desequilibrio interior.
Si estas marcas fueran indicio de santidad, todos los estigmatizados deberìan haber sido declarados santos por la Iglesia. En cambio, de los 321 casos que conocemos sòlo 61 fueron canonizados o beatificados, o sea, una pequeña minorìa. Y lo fueron por otras razones, no por sus estigmas.
Para la Iglesia, la ùnica señal vàlida de santidad es la del amor a Dios y al pròjimo que dejò Jesùs. No inventemos otras señales de virtud y perfecciòn que no ha puesto el Señor. El caso de Francisco de Asis, el primer estigmatizado, lo evidencia: fue uno de los santos màs grandes de la historia de la Iglesia, pero por su enorme amor y entrega a los pobres, no por sus estigmas. Y si hoy alguna persona, que tiene tales "señales" en su carne, procura demostrar su santidad, deberà hacerlo"a pesar" de sus estigmas (es decir, a pesar de su debilidad), y no apoyàndose en ella.

Un ofensa gratuita

Marìa fue la criatura màs sublime de la historia de la salvaciòn. La Biblia le otorga tìtulos que no se los da a ningùn otro ser humano. Es "La llena de Gracia", "Bendita entre las mujeres", "Bienaventurada por todas las generaciones", "Feliz de haber creìdo", etc.
Tambièn la Iglesia le atribuye una serie de privilegios que la elevan por encima de los demàs mortales. Es la Inmaculada, la Madre de Dios, la Asunta al Cielo, etc.
Es que los catòlicos siempre hemos considerado a Marìa como el modelo perfecto de discìpulo, y la prueba màs acabada de lo que Dios puede hacer con quien escucha su Palabra y la pone en pràctica.
Por eso no debemos permitir que otros la injurien, la rebajen, la denigren atribuyèndole textos y mensajes, que lejos de mostrar su grandeza, son ofensivos y agraviantes para su persona, que en ciertas revelaciones privadas aparece como un ser vengativo y rencoroso, lejos de aquella mujer que cantaba: "la misericordia de Dios se extiende de generaciòn en generaciòn" (Lc.1,50)

La Virgen que sòlo aparece para llorar, lamentarse, y anunciar castigos, representa de algùn modo la "religiòn del miedo", que busca atemorizar al creyente para que mediante la angustia, el pavor, y el sometimiento irracional, se acerque a Dios. Pero nada de eso tiene que ver con la religiòn de Jesùs, el cual nunca buscò la conversiòn de los hombres por el temor, sino por el amor.

Finalmente, con buena lògica, podemos decir: Si los mensajes de la Virgen contradicen la Biblia, ¿còmo los vamos a leer?....Y si dicen lo mismo que la Biblia: ¿para què los vamos a leer?
Resulta lamentable comprobar còmo muchìsimos fieles, que desconocen casi por completo las Sagradas Escrituras, se abocan con pasiòn a la lectura de los supuestos mensajes particulares del màs allà


(Tomado del libro "¿Puede aparecerse la Virgen?" del P. Ariel A. Valdès)

Jesús nunca buscó la conversión de los hombres por el temor, sino por el amor.

Gracias, m_elissah.

Y si no fuera cierta ninguna de las apariciones de la Virgen (hablo de las aprobadas por la Iglesia)por que ese es el centro del apunte, para qué perder el tiempo en escribir que no son ciertas?
Pienso que no se puede generalizar, habrán muchas falsificaciones pero no se puede decir que todas sean falsas, habría que tener pruebas de ello y no sólo decir que tal o cual cosa no puede ser.
Mi opinion es que cuando se han dado mensajes de castigos, no es por que Dios envíe uno, sino más bien es una advertencia de algo que sucederá al no hacer la voluntad de Dios. Es como cuando uno le dice a un hijo que no haga algo que uno sabe que le causará daño, si el hijo es pensante y acepta el consejo muchas veces evitará alguna mala consecuencia, si hace caso omiso a la advertencia, tendrá que lamentarlo.
Eso no quiere decir que los padres sean malos, o que ellos lo hayan lastimado, más bien trataban de evirtale algún dolor al hijo, que al no hacer caso, recibió las consecuencias de su mal comportamiento.

Y dijo [el rico]: Ruégote pues, padre, que le envíes á la casa de mi padre; porque tengo cinco hermanos; para que les testifique, porque no vengan ellos también á este lugar de tormento.

Y Abraham le dice: A Moisés y á los profetas tienen: óiganlos.

El entonces dijo: No, padre Abraham: mas si alguno fuere á ellos de los muertos, se arrepentirán.

Mas Abraham le dijo: Si no oyen á Moisés y á los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.

Lucas 16: 27-31

Si eso es cierto, por que habrán algunos que aunque veniera la Santísima Virgen mil veces no creerán. Aún si el mismo Jesús viniera tampoco creerán.
Por que dirán que no creen en "revelaciones del más allá". Yo no creo que sean del más allá, por que Jesús no está lejano, es pasado, presente y futuro, está aquí, en medio de nosotros. Muchos no lo persiben.