Apariciones de la Virgen....II

...............................


Después de contemplar el panorama a lo largo de la historia de la Iglesia, ¿qué actitud debemos tomar nosotros ante un supuesto mensaje revelado por María?. En los casos en que la Iglesia no se pronuncia oficialmente (es decir, el 90% de las veces, ya que conserva sobre ello una extrema prudencia), ¿podemos nosotros averiguar si una determinada visión tiene seriedad o es mera sugestión del vidente?.
No solamente podemos, sino que debemos hacerlo. En efecto, el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica dice al respecto: " a lo largo de los siglos hubo revelaciones llamadas privadas, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Sin embargo, no pertenecen al depósito de la fe. Guiados por el Magisterio de la Iglesia, los fieles deben discernir y acoger lo que en estas revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia" (N° 67).
El Nuevo Catecismo, pues, nos advierte de dos cosas:
a) que no todo el que dice recibir revelaciones sobrenaturales las recibe realmente, ni todos los mensajes que se anuncian vienen realmente de Dios.
b) que esta tarea le corresponde a los fieles (guiados por el Magisterio de la Iglesia). Por lo tanto, no debemos esperar que sobre cada mensaje que circula de la Virgen se pronuncie oficialmente la jerarquía de la Iglesia, sino que son los laicos quienes han de aprender a diferenciar lo verdadero de lo falso.
Ante este pedido del Nuevo Catecismo quizás uno se sienta pasmado: ¿cómo discernir?. ¿Cómo podemos saber si un mensaje proviene realmente de la Virgen o es una fantasía?. Antes de seguir conviene hacer aclaraciones.

1. La primera aclaración, y siguiendo en esto a las Sagradas Escrituras, es que jamás la Virgen María se le apareció a nadie, ni podrá aparecérsele a ningún ser humano de este mundo.
¿Por qué no? Porque María ya ha muerto, ha resucitado, y entró en la vida eterna. Y quien ha muerto y ha partido de este mundo, y ha entrado en el más allá, no puede regresar físicamente aquí, ni entrar en contacto corporal con quienes están vivos, ni comunicarse sensiblemente con ellos.
Ya el Antiguo Testamento, si bien aún no tenía una idea clara de la vida de ultratumba, ni conocía la doctrina de la resurrección, al menos sí tiene una cosa en claro: que del más allá no se puede volver (Sal 39,14 ; Job 10, 21-22; Sam 14,14....)
Por su parte, en el Nuevo Testamento, la parábola del rico epulón contada por Jesús, contiene una frase sugerente. Cuando el rico, condenado en el infierno y atormentado por las llamas, le pide a Abraham que envíe a Lázaro para que moje en agua la punta de su dedo y refresque su lengua, Abraham le contesta que eso es imposible porque "entre nosotros y ustedes hay un abismo inmenso".
Si bien las parábolas no deben interpretarse literalmente, al menos la enseñanza que claramente se desprende de ésta es que el destino de los que han muerto y están en el más allá (salvados o condenados) está irrevocablemente sancionado.
Incluso más adelante, en la misma parábola, el rico le pide a Abraham que al menos mande a Lázaro a la tierra (una aparición) para que advierta a sus cinco hermanos. Pero Abraham le contesta que para eso tienen las Sagradas Escrituras. Si no se convencen con ellas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto. Con lo cual Jesús parece dejar traslucir en su parábola la idea de la inutilidad de las "apariciones".

Los muertos pues no pueden aparecerse físicamente a nadie. Porque el mundo de los vivos y el de los muertos son de dos especies distintas.
Por eso el Antiguo Testamento ya condenaba severamente todo intento de comunicación física con los muertos.
Entonces, ¿qué debemos decir de las manifestaciones marianas que se han dado, y que aún se siguen dando entre nosotros?

Para entenderlos, es necesario distinguir entre "apariciones" y visiones Una aparición es un fenómeno objetivo, es decir, un hecho de naturaleza física y corporal, que se produce fuera de nosotros y no depende de quien lo capta. Por ejemplo, un grupo de personas están en una habotación y de pronto entra alguien por la puerta, todos los presentes lo verán. Esa es una "aparición"
Pero si en el mismo grupo de personas alguien comienza a decir: Veo a la Virgen! y nadie más la percibe, eso es indudable una "visión".
Según esta distinción, todos los fenómenos marianos que se han dado en la historia han sido "visiones " y no "apariciones". Por eso el papa Benedicto XIV, pedía que no se hablara más de "apariciones" de la Virgen sino de "visiones".


(tomado del libro "¿Puede aparecerse la Virgen María? del P. A. Alvarez, Valdés)

Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, y los llevó a un monte alto, y se transfiguró ante ellos , de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestidos blancos como la luz. En esto se le aparecieron Moisés y Elías hablando con Él (Mt 17, 1-3). Esta visión produjo en los Apóstoles una felicidad incontenible.

Cuando Dios quiere, los difuntos pueden aparecerse y hablar, para Dios todo es posible, si no ni Moisés ni Elías hubieran aparecido.

R.A.E: aparición.

(Del lat. apparitĭo, -ōnis).


1. f. Acción y efecto de aparecer.

2. f. Visión de un ser sobrenatural o fantástico.

3. f. fantasma (‖ imagen de una persona muerta).

4. f. Fiesta que celebra la Iglesia el día de la aparición de Cristo a sus apóstoles después de la Resurrección.

Visión y aparición son lo mismo.

Seamos concretos y ajustémonos al tema. Se habla de visiones y apariciones en el àmbito de lo religioso, concretamente de las "apariciones" de la Virgen. Se està aclarando que cuando se refiere a Jesùs, Marìa o algùn santo , no se puede usar apariciones o visiones indistintamente...
No ha terminado el tema, pero para los que ya están corrigiendo sin informarse antes...ahí queda esta página para que la aprovechen y consulten......

http://www.desdelafe.com.mx/index.php?option=content&task=view&id=827

Eli

Gracias por el tema, en verdad es interesante, no trato de corregir, nada más expongo mi opinión sobre lo que leí.
Fui a la página y mi opinión es la siguiente:
En realidad y como todo en esta vida hay cosas ciertas y otras que no lo son, justo es pedir siempre el don de discernimiento para poder escapar a las tentaciones que se nos ponen a diario. Ahora mismo en España hay un caso en los tribunales de justicia y es el de una mujer que dijo haber tenido visiones de la virgen, y lo único que hizo fue destruir familias y a algunos dejarlos en la miseria. Habremos de tener cuidado, también el demonio usa la piel de la oveja para hacer daño.
En cuanto al artículo es de tomar en cuenta algunas cosas pero creo que al final de todo lo que se lee, dice y se contradice. Pongo como ejemplo las conclusiones, que se contradicen con todo lo que se externó anteriormente, y que a continuación reproduzco.

Conclusión
La Iglesia pide obediencia de todos los creyentes a lo que el Señor manifestó a través de la 'revelación pública' contenida en la Sagrada Escritura, pero respeta la libertad de los creyentes en lo que se refiere a obedecer lo que se plantea a través de 'revelaciones privadas'. Sin embargo, cabe comentar que es innegable el beneficio espiritual que los creyentes obtienen cuando aceptan lo que se les invita a realizar a través de las 'revelaciones privadas' aprobadas por la Iglesia, por ejemplo: orar ante el Santísimo Sacramento; rezar el Rosario; confesarse y comulgar nueve primeros viernes como devoción al Sagrado Corazón de Jesús; rezar la Corona de la Misericordia Divina; visitar la Basílica de Guadalupe para encomendarse a la amorosa intercesión de nuestra amada Madre del Tepeyac, etc.

No alcanzo a descubrir la contradicción....por un lado se afirma que la Iglesia no obliga en las revelaciones privadas, por eso mismo, porque son privadas. Sin embargo, en aquellas revelaciones privadas aprobadas por la Iglesia, se reconoce que aquellos que voluntariamente las aceptan pueden alcanzar beneficios espirituales.....Me parece claro