EL PODER DE LAS ALAS
Un formidable trasatlántico navegaba en medio de una fuerte tempestad. El barco hendía bien las olas, llevaba las máquinas a pleno rendimiento, pero avanzaba con cierta dificultad a causa del viento contrario. Un pasajero, que había notado cómo una bandada de golondrinas seguía al buque, comentó a los que tenía al lado:
-Pobres golondrinas. Nuestro barco avanza como puede, y eso que sus máquinas trabajan con cientos de miles de caballos de fuerza: ¿qué van a hacer con sus pobres alas?
Pronto tuvo que rectificar su primera impresión, porque los pájaros extendieron sus alas con habilidad y superaron sin gran esfuerzo al buque. Sus alas eran suficiente medio para aventajar al hombre y a su máquina.
La oración -cabría decir- pone alas a nuestras fuerzas humanas y llegamos más lejos y antes que con sólo las propias energías.