08/ 2/08
Cuaresma
1ª Lectura
Is 58,1-9
1 Grita con fuerza y sin miedo. Levanta tu voz como
trompeta y denuncia a mi pueblo sus maldades, y sus
pecados a la familia de Jacob.
2 Según dicen, me andan buscando día a día y se
esfuerzan por conocer mis caminos, como una nación que
practica la justicia y no descuida las órdenes de su Dios.
Vienen a preguntarme cuáles son sus obligaciones y
desean la amistad de Dios. 3 Y se quejan: "¿Por qué
ayunamos y tú no lo ves, nos humillamos y tú no lo
tomas en cuenta?"
Porque en los días de ayuno ustedes se dedican a sus
negocios y obligan a trabajar a sus obreros. 4 Ustedes
ayunan entre peleas y contiendas, y golpean con maldad.
No es con esta clase de ayunos que lograrán que se
escuchen sus voces allá arriba.
5 ¿Cómo debe ser el ayuno que me gusta, o el día en
que el hombre se humilla? ¿Acaso se trata nada más que
de doblar la cabeza como un junco o de acostarse sobre
sacos y ceniza? ¿A eso llamas ayuno y día agradable a
Yavé?
6 ¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper
las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar
libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo.
7 Compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin
techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo y
no volverás la espalda a tu hermano.
8 Entonces tu luz surgirá como la aurora y tus heridas
sanarán rápidamente. Tu recto obrar marchará delante de
ti y la Gloria de Yavé te seguirá por detrás. 9 Entonces,
si llamas a Yavé, responderá. Cuando lo llames, dirá:
"Aquí estoy."
Si en tu casa no hay más gente explotada, si apartas el
gesto amenazante y las palabras perversas;
Salmo Responsorial
Sal 51,3-4
3 Ten piedad de mí, oh Dios, en tu bondad,
por tu gran corazón, borra mi falta.
4 Que mi alma quede limpia de malicia,
purifícame de mi pecado.
Sal 51,5-6
5 Pues mi falta yo bien la conozco
y mi pecado está siempre ante mí;
6 contra ti, contra ti sólo pequé,
lo que es malo a tus ojos yo lo hice.
Por eso en tu sentencia tú eres justo,
no hay reproche en el juicio de tus labios.
Sal 51,18-19
18 Un sacrificio no te gustaría,
ni querrás si te ofrezco, un holocausto.
19 Mi espíritu quebrantado a Dios ofreceré,
pues no desdeñas a un corazón contrito.
Evangelio
Mt 9,14-15
14 Entonces se le acercaron los discípulos de Juan y le
preguntaron: "Nosotros y los fariseos ayunamos en
muchas ocasiones, ¿por qué tus discípulos no ayunan?"
15 Jesús les contestó: "¿Quieren ustedes que los
compañeros del novio estén de duelo mientras el novio
está con ellos? Llegará el tiempo en que el novio les será
quitado; entonces ayunarán.
* * *