Misión Joven
Fuente: Buenas Noticias
Autor: Jorge Ranninger, L.C.
«¡Ésta es, la juventud del Papa! ¡Ésta es, la juventud del Papa!»
Los gritos al unísono de los 9.000 jóvenes madrileños, participantes de “Misión Joven” y encabezados por su Cardenal, Antonio María Rouco Varela, aclamaban de esta manera al Papa Benedicto XVI durante varios minutos en la audiencia privada del pasado jueves 9 de agosto en la residencia veraniega de Castelgandolfo.
El Papa, sonriente y feliz, contemplaba con gran esperanza la multitud de estos jóvenes, que con su característico entusiasmo, gritaban con más fuerza, como si le quisieran transmitir al Papa la alegría y el orgullo que sienten de ser jóvenes católicos, testigos de Jesucristo.
Durante todo un año, estos jóvenes junto a otros muchos, estuvieron misionando por las calles de Madrid, tocando puerta por puerta, anunciando a Jesucristo a aquellos que no lo conocen o no lo quieren conocer.
Uno de los jóvenes, compartiendo sus experiencias con el Papa y todos los presentes, comentó: «Durante esta misión muchas personas nos abrieron sus puertas y escucharon nuestras palabras, recibiendo así el anuncio de Cristo. Otros muchos no nos quisieron abrir, pero no importa, porque “Misión Joven” seguirá expandiéndose el próximo año por todo Madrid, con más misioneros, y así más gente podrá conocer a Cristo».
«Esta experiencia misionera –continuó diciendo emocionado– me ha abierto los ojos ante el llamado personal del Señor. Me he dado cuenta que Cristo me invita a seguirle más de cerca y por lo mismo he decido ingresar a un seminario para ser sacerdote». La multitud, junto al Papa, prorrumpió en aplausos.
¡Ver para creer!
Con mucha frecuencia solemos escuchar que la juventud actual está decaída y desvaneciéndose en un profundo indiferentismo. ¡Y más aún en la actual España! Pero no lo olvidemos: en lo más profundo del corazón de lo jóvenes latirá siempre un “algo” que anhela encontrar el sentido verdadero de su vida, la razón auténtica del existir, la explicación a los enigmas del devenir humano.
No cabe duda que estos jóvenes, participantes de “Misión Joven” en Madrid, han encontrado este sentido para sus vidas: Jesucristo. Y ahora lo quieren compartir con los demás.
«Contrariamente a lo que piensan muchos», anotó posteriormente Benedicto XVI, «el Evangelio atrae profundamente a los jóvenes». A la gran mayoría de los presentes se nos vino a la mente aquellas palabras de nuestro querido Papa Juan Pablo II en que nos explicaba que hoy en día se puede ser perfectamente un joven moderno y al mismo tiempo profundamente católico.
Finalmente, dirigiendo su mirada a los jóvenes madrileños, pero seguramente hablando con el corazón a todos los jóvenes del mundo, les alentó a «perseverar en el camino emprendido». «No dejéis de cultivar vosotros mismos el encuentro personal con Cristo, de tenerlo siempre en el centro de vuestro corazón, pues así toda vuestra vida se convertirá en misión; dejaréis trasparentar al Cristo que vive en vosotros».
Ojalá que todos los jóvenes del mundo escuchemos esta invitación y participemos de nuestra propia “Misión Joven” en nuestra ciudad. «¡Ésta es, la juventud del Papa!»