QUE FUE CONSEVIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO Y SE ENCARNÓ DE MARÍA VIRGEN.
Llegó el Señor del mundo a Esta tierra por medio de una mujer valiente, que no titubeó en decir que se hiciera la voluntad de Dios en ella, la duda nunca llegó a anidar en su mente y su espíritu, puso su vida en las manos de Dios pues sabía que una situación como esa le podría traer incluso la muerte, pero su fe era grande entonces, ¿dónde está nuestra fe?, aún no somos capaces de poner nuestra vida en las manos de Dios, estamos empequeñecidos en fe.
Como el niño que está aprendiendo a caminar y se toma de uno solo de los dedos de la mano de los padres y con temor da sus primeros pasos pero a la vez se siente seguro por que está con su padre, así debemos de sentir la seguridad de estar agarrados de Dios, debemos aprender a crecer en fe, a saber que estamos tomados de la mano de Dios.