Articulo de Pentecostés Andrés Loyson...

Tema: Articulo de Pentecostés Andrés Loyson... Jue Mayo 10, 2007 12:56 am

La gente y especialmente los jovenes quieren vivir. Un profesor de París hablaba del 'furor de vivir' de los jovenes. Los enfermos quieren curarse y harían todo lo possible para prolongar la vida. Hombres de todos tiempos y todas culturas buscaban y continuan a buscar la vida eterna... Si, hay excepciones, pero son pocos... Nosotros los cristianos creemos que "la unión plena, íntima y respetuosa" con Nuestro Señor Jesucristo nos conducira a esta vida eterna. El nos ha mostrado el camino y ha dicho : "Yo soy el camino, yo soy el pan de vida. Quien come este pan vivirá para siempre. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida".

La Hostía de la misa es el alimento de la vida eterna. La misa de cada semana nos va a iniciar y profundizar en la unión íntima y respetuosa con Dios. Allí podemos encontrar al Señor, orar, y escucharlo. Por lo general su palabra es amor y el amor ruega reciprocidad... Así empieza un proceso de aprendizaje de la fe y de la vida cristiana. Así pertenecemos al Señor que dice: "Mis ovejas escuchan mi voz. Yo les conozco y ellas me siguen, les doy la vida eterna" (Jn.10, 27).

Quién es para nosotros el Espíritu Santo? Dios quiere que los hombres vivan unidos a Él por el amor...Dios quiere que le reconozcamos como único Señor y que le amemos de todo corazón, con todo nuestro ser y nuestra alma. Nos llama en el interior de nuestro corazón y espera una respuesta... Entonces el Espíritu es quién nos ayuda a responderle y a vivir según esa respuesta amorosa. Este mismo Espíritu es quién nos lleva a participar en la nueva vida que Cristo trajo a este mundo.

El Espíritu Santo sopla donde quiere. No lo vemos, pero podemos reconocerlo por los frutos que él hace madurar en nuestra vida. A los que se abren al soplo del Espíritu, lo desean y rezan para recibirlo, éstos reciben el Espíritu de Pentecostés. Se les manifiesta de un modo muy personal, a cada uno según su vocación. Les ilumina, inflama y fortifica en lo más profundo de su ser. Es para ellos fuente de 'Luz, Fuego y Fuerza'.

Las relaciones de amistad y de amor sincero dan a la vida de las gentes un sentido profundo. Igualmente occure a los que viven en unión con Dios. Ellos conducen su vida según sus mandamientos para así permanecer en su amor... A veces ésto se convierte en un fardo, pero el amor hace la carga ligera. Jesús dijo: “Mi yugo sera suave y mi carga ligera" (Mt.11,30).

Para aquellos que quieran dar un sentido a su vida, el evangelio es una opción preciosa: 'Tu palabra es luz para mis pasos' dice el salmista (Ps.119,105)... Los hombres quieren ser libres, pero mayor es el valor del amor pleno que el de la libertad. En este amor consiste la verdadera felicidad.

El Espíritu produce en nosotros una dulce luz, por la que nos damos los unos a los otros. Él suscita la voluntad y la alegría de vivir, Él suscita el amor que nos sostiene en la vida, el amor que nos une a Dios y al prójimo. Nos incita a llegar hasta el fin de la vida, a llevar nuestra cruz, a soportar todo y permanecer con esperanza, sabiendo que después de esta existencia terrestre, hay otra vida más allá. Un Día, seremos revestidos de la gloria del Cristo resucitado.

¿Qué obra el Espíritu en nuestra vida? Nos incita a romper con nuestro egoísmo, a compartir con el prójimo, nos conduce a la generosidad, a un amor real al prójimo. Esto no hace más que hacernos un gran bien al permitir así que Dios sea el Señor de nuestra vida. Por ello el Espíritu nos ayuda a comprender las palabras de Jesucristo en el evangelio y a seguir el ejemplo de su vida. Él realiza una unión plena, íntima y respetuosa con el Señor, Él anima nuestra oración y da aptitudes para comprendernos y ajudarnos.

El Espíritu es el soplo y el calor con los que se anuncia la Palabra de Dios. Él es el viento que trae la Buena Nueva a todo el mundo. Por su luz reconocemos que Jesucristo está vivo y cerca, y con Él podemos superar todas las dificultades de la vida. Él habla en silencio al corazón de los hombres en todas las lenguas... El está en la inspiración y en el bienestar interior que producen las palabras inspiradas y vivificantes que nos dirijimos. Él anima nuestras aspiraciones, pensamientos, actitudes y todo nuestro hacer. Así cada vez nos inclinamos más a la honestad, la justicia, la paz, la complacencia y la bondad... El Espíritu hace un hombre mejor, un mundo mejor.

Realmente no nos damos cuenta hasta que punto su presencia es real y profunda; no nos damos cuenta como nos empuja a la fidelidad en el amor, a la paciencia, a la compasión, a la dulzura; no nos damos cuenta cómo nos da ánimos para que continuemos creyendo y viviendo llenos de esperanza, llenos de confianza en nuestro Señor, Guía y Redentor, confianza en aquél que es y permanece siempre para nosotros : “El Camino, la Verdad y la Vida”. Feliz Fiesta de Pentecostés! Que Dios os bendiga!

Padre Andrés Loyson, Klein Bijgaardenstraat 27A, 1600 Sint-Pieters-Leeuw, Belgica. Tel. 02.3330838

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