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Se me ha ocurrido que podríamos escribir aquí anécdotas o sucesos que nos hayan pasado a nosotros o a otras personas. Unas podrán hacernos un bien, y otras nos harán pasar un buen rato, que siempre es muy sano... O ¿quién sabe? a lo mejor algunas de esas anécdotas consiguen lo uno y lo otro.
Comienzo por una bonita y real historia de amor:
Un niño se dio cuenta de que otros niños, menores que él, estaban jugando muy peligrosamente junto a un pozo. Entonces se acercó apresuradamente a ellos para evitar el peligro. Pero tuvo tan mala suerte, que quien cayó dentro del pozo fue él... Se quedó ciego. Una de esas niñas fue su amiga inseparable. Le leía los libros de texto, y le ayudaba en todo lo que podía. Y con la mayor naturalidad del mundo, al hacerse mayores, se casaron.
Al ir a comenzar él la carrera de Derecho, no habían libros jurídicos en sistema Braile. Él se movió una barbaridad, hasta que consiguió que hubieran libros jurídicos para ciegos. Y llegó a ser Abogado.
Tuvieron diez hijos. Yo conocí a esta familia, muy cristiana por cierto, y fue el mismo matrimonio quien en su casa me relató lo que os acabo de explicar, con más detalles, como es natural. Ahora él ya está con Dios.
Todas las historias de amor son bonitas y románticas, pero ésta es una de las más tiernas que he oído, y por eso me ha hecho ilusión abrir hoy este tema con ella.
Dios os bendiga.
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