Inmaculado Corazón de María, que amas con amor solícito a todos tus hijos, cuida con particular amor de Madreal Vicario de Cristo en la tierra,a nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI, para que, en sus desvelos por la Iglesia y el hombre, sienta siempre el apoyo y la oración de los hijos de la Iglesia.
Regálale con la alegría cotidiana que brota del amor, protégelo contra las insidias de quienes no aman a Dios, contra las incomprensiones de quienes no le aman lo suficiente. Ofrécele tu ternura de Madre para que no se sienta solo en la tarea de regir la Iglesia. Muéstrate como Madre amorosísima para él que es el "Dulce Cristo en la tierra" y ofrécele siempre tu consuelo. Así sea.