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Jacinto María Cormier, Beato |
Nació el 8 de diciembre de 1832.
Siendo sacerdote secular en 1856 ingresó en la Orden de los Predicadores (Dominicos) en Flavigny.
En 1858 profesó en Santa Sabina de Roma, después de una enfermedad.
En 1862 fue nombrado Prior en la isla de Córcega, por el Maestro General.
En 1886 fue instituido primer Provincial de la nueva Provincia de Tolosa, confirmado en 1870 por los vocales de la Provincia y en 1878 fue elegido por tercera vez.
En 1882 fue Prior de Tolosa. En 1888 fue Presidente de la nueva Casa erigida en Biarritz, y en 1890 Prior del Convento de San Maximino.
En 1891 llevado como socio del P. Früwihth.
En 1896 fue instituido Procurador General en la Curia Romana. Publicó varios libros sobre historia (vidas de santos) y sobre espiritualidad.
Hombre de profunda vida interior y espiritual, fue amigo y consejero de León XIII y Pío X. León XIII quiso hacerle cardenal, pero no se llevó a cabo por razones políticas.
A Santo Domingo se le dio este nombre cuando comenzó a predicar en el sur de Francia, como aparece en algunos documentos: “Prior y maestro de los predicadores”. En el Capítulo General de la Orden que se celebró en Bolonia en 1221 se decidió dar el nombre de “Maestro” al superior de toda la Orden.
Jacinto María fue elegido Maestro General en el Capítulode Santa María de la Encina de Viterbo, Italia, en 1904.
Durante su mandato fue creado el Colegio Angelicum, en Roma, para lo cual llamó a eximios profesores de varias Provincias de la Orden.
También hizo que se redactase el Reglamento de Estudios (Ratio Studiorum) de modo que respondiese a las necesidades de los tiempos.
Propagó el conocimiento y la veneración a los santos de la Orden.
Su norma fue evitar todo tipo de sectarismo en la Orden a la vez que impulsó el respeto de las individualidades y de las libertades.
Falleció el 17 de diciembre de 1916 y está enterrado en el Angelicum.
Fue beatificado por Juan Pablo II el 20 de noviembre de 1994.