Alegría...

Tema: Alegría... Sáb Abr 21, 2007 10:34 am

Alegría...

Tenía como 14 años cuando Guido, mi compañero, fue con mi abuela diciéndole:
- Mire, doña María: Jorge tiene una manera tonta de pensar: quiere ser sacerdote. Con su permiso, lo voy a llevar a una fiesta y le aseguro que le va a pasar.
La abuela le dio su bendición total, odiando todo lo clerical, vaya a ver porque.
Así que Guido, el pícaro, me llevó a un salón de baile con luces de todos los colores y música estridente. Agarró de la mano a su novia de vacaciones y movió el esqueleto con ganas, Usted. Me senté a la mesa dónde nos sirvieron las bebidas, luego rodeado de niñas de nuestra edad.
- De dónde eres; ¿que estudias?
-¿Yo? Humanidades con el fin de entrar en el seminario.
- Increíble, decían las chavas.
Toda la noche hablamos de Dios. Y Guido, de vez en cuando venía a tomar un trago de su bebida diciendo:
-¿Verdad, Jorge, que es alegre?
- Muy alegre, Guido.
No hablábamos de la misma alegría. El, de una alegría explosiva y pasajera. Yo, de una alegría que perdura, que gana hasta lo más profundo del ser: alegría de Dios.
Lo curioso es que aquella experiencia interior es un puro don, un puro regalo; de tratar de explicarlo a alguien que lo desconoce, uno se siente de éste lado del barranco y aquel del otro lado. Parece que quién goce de la alegría de Dios habla chino. La alegría explosiva es de un momento no más. La nuestra es perenne. Puede haber penas en superficie; pero Su alegría no nos abandona.
Conclusión: les doy mi alegría no como el mundo la da. La mía es perdurable hasta la eternidad.

Padre Jorge