Meditacion: No juzgar
Padre Roberto Mena ST
www.pwfeyrazon.blogspot.comYo acostumbraba leer el pasaje del Evangelio de hoy y pensar, "Bien, vaya pues por tratar de ayudar a los demás a sacarse las astillas de su visión espiritual, porque tan pronto como yo quiero hacer eso, veo una viga más grande en la mía"!
Sin embargo eso no es lo que quiso decir Jesús. El nunca dijo que no debemos ayudar a los demás a limpiar sus vidas. Mira bien las palabras que encabezan su historia sobre el ojo. No debemos de juzgar a nadie. Podemos y debemos juzgar las ACCIONES de las personas, y cuando vemos que pecan, debemos tratar de ayudarlos a entender la razón por la cual están equivocados y que es lo que pueden hacer al respecto. Queremos tanto a esa persona que no queremos ver que se vayan golpeando por la vida con la visión borrosa, lastimándose a sí mismos y a los demás.
Nuestra visión se llena de vigas cuando juzgamos sus MOTIVOS.
La viga que nos ciega es la idea de qué podemos ver realmente en sus corazones. Claro tenemos claves, pero sólo son pruebas circunstanciales. Somos los que pecamos más cuando tomamos las claves y corremos -- realmente saltamos -- a conclusiones que no son las correctas. Y como no somos Dios, siempre estamos incorrectos hasta cierto punto.
Si confiamos en nuestros juicios, estamos tratando de ser Dios. Ay, ahora el pecado es la idolatría, PERO no debemos juzgarnos ni condenarnos a nosotros tampoco. ¿Cuáles fueron nuestros motivos? ¿Fue nuestra intención jugar a ser Dios? Quizás una oscura, y pequeña parte de nosotros quiso, pero nuestro motivo principal fue el de ayudar. Necesitamos arrepentirnos de nuestra ceguera pero apreciar y aumentar la bondad en nuestros motivos.
¿Cuáles son las astillas que nos gustaría quitarles de los ojos a las demás personas? Es como tener una pestaña en nuestro ojo. No la puedes ver, pero sabes que está allí. Como irrita. Y si fallas en sacarla, le pides a un amigo que mire y vea si tu ojo está bien. Los pecados astillosos de las personas bien que les irritan a ellos mismos también, y es por eso que si aprecian nuestra ayuda -- si es compasiva, humilde y sin juzgarlos.
Toma una rebanada de pan y úntala con crema de cacahuete. Después déjala caer, con el lado de la crema de cacahuete hacia abajo, en una pila de hojas secas. ¿Qué se le pega? Así es como se mira el pecado. Ahora limpia la basura. Así es como es el arrepentimiento, es complicado. Primero sacamos las ramitas (vigas), porque son más fáciles por lo grande que son. Pero hay muchas más astillitas que quitar. Toma mucho tiempo, mucho esfuerzo, paciencia, y persistencia para limpiarlo completamente. ¡Y requiere buena visión!
Una razón por la que Dios nos puso en la comunidad es para que podemos ayudarnos los unos a los otros a ver y a quitamos las astillas. Sin embargo, para ser útiles en vez de pecadores, nunca debemos asumir que entendemos los motivos de las demás personas. ¡Las personas que vemos pecando pueden muy bien estar tan frustradas con sus astillas como lo estamos nosotros! Ellos apreciarán nuestra ayuda, pero sólo cuando (1) ellos ya están tan frustrados que QUIEREN nuestra ayuda, y (2) nosotros nos acercamos a ellos sin una viga en nuestros ojos que les golpee en la cabeza.