Evangelio 9 de Mayo
Muestranos al Padre
Juan 14, 7-14. Pascua. Tenemos a Jesús que nos llevará con el Padre, que es la revelación del rostro humano de Dios.
Juan 14, 7-14
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto. Le dice Felipe: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Le dice Jesús: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
Reflexión
El testimonio de Jesús sobre su relación íntima y espontánea con el Padre aumenta la profundidad de la experiencia de Dios en cada uno de sus discípulos. Felipe expresa los deseos de los apóstoles: “Muéstranos al Padre y nos basta”. Antes de continuar conviene señalar la fuerza del ejemplo y la palabra de quien está verdaderamente enamorado de Dios. Jesús, con el tiempo, ha dejado crecer en los apóstoles la aspiración de conocer al Padre.
La pregunta de Felipe lleva a Jesús a revelarnos su identidad profunda como Dios. No tenemos necesidad de que el Padre se manifieste. Tenemos a Jesús que está en el Padre, que es la revelación del rostro humano de Dios. No sólo nos revela el ideal, sino que nos enseña que unidos a Él haremos lo que Él hace, e incluso obras mayores. Basta pedir en su nombre y se nos concederá.
Acrecentemos y pidamos a Dios en este período pascual que aumente nuestra fe en sus misterios. Que sea ésta una época de crecimiento en nuestra vida espiritual.