Nueva instrucción a los apóstoles
Mateo 10, 17-22. Navidad. Tendremos muchas dificultades, nos perseguirán... pero el que persevere hasta el fin, se salvará.
Mateo 10, 17-22
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.
Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.
Reflexión
La historia está llena de creadores de muy diversas doctrinas. Hombres que van llenando los corazones ajenos de promesas. Y así, los conquistan con la promesa de satisfacer un largo elenco de derechos: derecho a esto, a aquello, y a lo de más allá... Son los demagogos.
El profeta, sin embargo, no habla de derechos sino de obligaciones. No enseña en nombre propio sino de Aquel que le ha enviado, Dios mismo. Por eso, no puede dejar de anunciar el mensaje que le ha sido confiado, aunque ello muchas veces le acarree la incomprensión, la prisión o la misma muerte.
Los cristianos por el Bautismo somos también profetas. Somos portadores del Evangelio de Jesucristo en medio del mundo que nos ha tocado vivir. En el hoy de nuestra historia, con sus luces y con sus sombras.
Jesucristo no nos engaña, ni llena nuestro corazón de falsas promesas... “Os entregarán a los tribunales, seréis llevados ante gobernadores y reyes, seréis odiados por causa de mi nombre”. Una misión difícil pero no por ello menos cierta del triunfo final de Cristo. Tendremos muchas dificultades, nos perseguirán... “pero el que persevere hasta el fin se salvará”.