Georges42 Admin
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| Tema: El Padre Andrés nos escribe... Miér Dic 03, 2008 3:54 am | |
| ¡Feliz Navidad! Que sera de este niño? Y que significará su madre para nosotros? El amor de Dios ha aparecido y María es la madre de Dios encarnado. Jesús nació en un establo y lo acostaron en un pesebre, pero era rodeado con tanto amor y cariño. De Jesús, el poeta Guido Gezelle, ha escrito: Este niño podría nacer mil veces in Belén, si no viene a nacer in nuestro corazón, no valdría la pena de venir en el mundo. Dios es amor y nos invita a encarnar su amor en este mundo. Dios quiere la paz en el mundo y nos invita a construirla entre nosotros. Con todo nuestro compromiso, y con su apoyo y inspiración construiremos un mundo mejor, una convivencia conforme al plan de Dios. La teoría de la evolución de Darwin ha confundido a muchos creyentes, pero el mismo Darwin decía: "Comprendo la evolución y como ha ocurrido, pero quién la ha dirigido y con qué energía la evolución avanza, este no lo sé. No es del dominio de las ciencias naturales"... Por la fe solamente podemos dar la respuesta y Jesús nos ha traido la fe en Dios. El nos ha aprendido a convivir con los demás, y a vivir en unión con él, una unión respetiva, intima y amorosa. Jesús ha dado testimonio de que el Padre nos acepta como sus hijos, que tenemos que adorarle y orar con toda confianza, que debemos atender su palabra y vivir según el evangelio. Así crece un mejor conocimiento de qué significa Dios para nosotros y de quienes nosotros somos para él. Así descubrimos los caminos que él nos enseña para alcanzar la plenitud de la vida y finalmente la vida eterna. "Sígueme!", dice Jesús. El seguimiento de Cristo exige una opción radical, pero da sentido y dirección a nuestra vida. La fe es un don precioso, pero también es una puesta en marcha de una vida de caridad, de amor y dignidad humana. Tenemos que revelar al mundo el rostro de Cristo... El cardinal Danneels de Bélgica dice: "Hombres que viven sin Dios y sin relación respetuosa y intima con él, son hijos sin Padre y conocerán gran soledad"... En Medjugorje, la Virgen María ha dicho: "He venido a convencer al mundo que verdadéramente Dios existe. El es verdad. En él encontraréis felicidad y vida en abundancia". Entonces, escuchemos la palabra de Dios, meditemos el evangelio, apartemos tiempo para la oración personal ! Es el camino para alcanzar un conocimiento profundo de Cristo y de lo que espera de nosotros. Entonces, el nos iluminará y nos guiará en la vida cristiana. No es en las ciencias naturales donde descubrimos Dios, sino en la Biblia y en la vida de los santos. Teresa de Lisieux dice: Qué alegría pensar en el Señor que nos mira con gran ternura, pensar en el Señor bondadoso que nos ama, nos protege y nos guia! Escuchemos san Pablo: ¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus decisiones e inescrutables sus caminos! Porque: ¿Quién conoce el pensamiento del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha prestado algo para decirle que se lo devuelva? De él, por él y para él son todas las cosas. A él la gloria por siempre. Amen. San Pablo: Para nosotros no hay más que ún Dios: el Padre de quien proceden todas las cosas y para quien nosotros existimos; y ún Señor, Jesucristo, por quien han sido creadas todas las cosas y por quien también nosotros existimos. Cito al apóstol San Juan: Nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre ha enviado a su Hijo como Salvador del mundo. Si uno confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Cristo dice de si mismo: Salí del Padre y vine al mundo para dar vida en plenitud y vida eterna a los hombres... Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, y amarás al prójimo como a ti mismo. También cito a San Pedro en el primer concilio de Jerusalén: Hermanos, vosotros sabéis que Dios me eligió a mi de entre vosotros para que los paganos oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio en favor de ellos, otorgándoles el Espíritu Santo como a nosotros, purificó sus corazones con la fe. Nosotros nos salvamos por la gracia de Jesús, el Señor; y ellos, exactamente igual. Por último escucha lo que decía Jesús a Simón Pedro: Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como al trigo. Pero yo he rogado por ti, para que tu fe no decaiga; y tu, una vez convertido, confirma a tus hermanos. Concluyo con las palabras de Santa Isabel de la Trinidad: Cuando contemplo a Dios experimento tanto amor; es como un océano en que baño. Es mi contemplación de Dios en la tierra, esperando verlo a él de cara a cara con toda claridad en la vida eterna. Padre Andrés Loyson, Klein Bijgaardenstraat 27A, 1600 Sint-Pieters-Leeuw, Bélgica Tel. 02.333.08.38 www.hoogdagartikel.com | |
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