La Confesión Sacramental de los pecados
A los sacerdotes se les ha dado el ministerio de la reconciliación. Ellos interceden ante DIOS por el perdón para el pecador. El sacerdote es meramente un instrumento de DIOS. Como una analogía, piensa en DIOS como el Saneador Supremo, El Cirujano Maestro. El removerá el cáncer del pecado de nuestra alma, usando a uno de Sus sacerdotes como el escalpelo.
Este ministerio dado por Dios es mostrado en forma muy clara en la Santa Escritura:
→ Mateo 16:19, cuando Jesús dió poder y autoridad a Pedro, "Yo te daré a ti las llaves del reino de los cielos, y cuanto tú atares en la tierra será atado en los cielos, y cuanto tú desatares en la tierra será desatado en los cielos."
→ Mateo 18:18, Jesús le dió poder a todos los Apóstoles, "Amen En verdad os digo, cuanto ustedes atáreis en la tierra será atado en el cielo, y cuanto ustedes desatáreis será desatado en el cielo."
→ Juan 20:21-23, "Díjoles otra vez, ’La Paz sea con vosotros. Como me envió Mi Padre, así os envío Yo’. Diciendo esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quien perdonareis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retuviereis, les serán retenidos’."
→ Mateo 10:40, "El que os recibe a vosotros a Mi me recibe, y el que me recibe a Mi, recibe Al que me envió."
→ Lucas 22:29-30, "Y yo dispongo del reino en favor vuestro como Mi Padre ha dispuesto de él en favor mío, para que vosotros comáis y bebáis a mi mesa en Mi Reino; y os sentéis sobre tronos como jueces de las doce tribus de Israel."
Claramente, los Apóstoles recibieron la autoridad de expiar pecados, o atarlos, en la persona de Cristo. Cómo podrían ellos llevar esto a cabo si no saben cuales pecados perdonar? El pecador debe confesar sus pecados como ya se ha mostrado. Los Apóstoles obviamente no vivirían para siempre, y el pecado siempre estará con nosotros, así es como pasaron la autoridad a otros.
→ 2Corintios 2:10, "Y al que vosotros algo perdonéis, también le perdono Yo, pues lo que Yo perdono, si algo perdono, por amor vuestro lo perdono, "En la presencia de Cristo."
El sacerdote dice en el confesionario, " Yo te absuelvo de tus pecados." El sacerdote está actuando "en Personna Christi", es decir en la persona de Cristo. Si el sacerdote está actuando en la persona de Cristo, entonces es Cristo a quien le confiesas tus pecados. Es solamente Cristo quien los perdona. Como se mencionaba anteriormente, los profetas del Antiguo Testamento hablaban en el nombre de Dios. Ellos hablaban "En la persona de Dios". Los sacerdotes del Nuevo Convenio hablan "En la persona de Cristo"
Dios no cambia nunca;
El Nuevo Testamento yace escondido en el Antiguo y el Antiguo Testamento está revelado en el Nuevo.
Cristo , El Supremo Sacerdote de la Nueva Convención ordenó a los Apóstoles a continuar Su misión sacerdotal. Santiago 5:14-16, (14) "Alguno entre vosotros enferma? Haga llamar a los presbíteros (sacerdotes) de la Iglesia y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor; (15)y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor le aliviará, y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados. (16) Confesaos, pues, mutuamente vuestras faltas y orad unos por otros para que os salvéis. Mucho puede la oración fervorosa del justo."
S an Santiago nos enseña que debemos acudir a los "sacerdotes" y no a cualquiera, para ser "ungidos", y para el perdón de los pecados. Primero nos dice que vayamos a los presbíteros, o sacerdotes, en 14. Versículo 16 continúa con la palabra "por lo tanto", la palabra es una conjunción que conecta el versículo 16 de vuelta a los versículos 14 y 15. Es a los sacerdotes que San Santiago nos dice que confesemos nuestros pecados.