Tesoro incomparable, Jesús amigo fielRefugio de los que huyen del adversario cruel:Sujeta compasivo a Ti mi corazón,Pues para rescatarme sufriste la pasión.Cristo, eres para mi alma, mi pan de eternidad,Del cual yo me alimento en mi necesidad:En mi flaqueza extrema se cumple tu virtud,Y en medio de mis males me ofreces la salud.Dirige a mí tu rostro, Jesús, radiando amor,Sol puro de justicia, bendito Salvador.Pues sin Tu gracia santa la vida es un morir;Gozar de Tu presencia, sólo esto es el vivir.Jesús, riqueza mía, mi amante Salvador,En mis flaquezas eres mi fuerte protector.Mi paz el enemigo no turbará jamás;Por más que lo intentare no lo permitirás.Al mundo de falacias no pertenezco ya;El cielo es mi morada, donde mi Señor está.A donde Cristo habita con ansia quiero ir,Y en sempiterno gozo con El también vivir.SALOMON LISCOVIUS (1640-1680)