A abrir caminos nos llamas:
No hay caminos en mi vida, Señor;
apenas senderos
que hoy abro y mañana desaparecen.
Yo estoy en la edad de los caminos:
caminos cruzados, caminos paralelos.
Yo vivo en encrucijada
y mi brújula, Señor,
no marca el norte.
Yo corro cansado hacia la meta
y el polvo del camino
se me agarra a cada paso,
como la oscuridad a la noche.
Yo voy a galope caminando,
y a tientas busco un rastro,
y sigo unas pisadas. Y me digo:
¿Dónde me lleva el camino?
¿Eres quien ha extendido
a lo largo de mi vida un camino?
¿Cuál es el mío?
Si Tú me lo has dado
me pertenece.
¿Dónde me lleva? Si Tú lo has trazado
quiero saber la meta.
Señor, yo busco tu camino (sólo uno),
y me fío de tu Palabra.
Dame fuerza, tesón a cada paso
para caminar contigo.
Yo busco ahora un camino, Señor.
Tú, que eres Camino,
da luz verde a mi vida
pues a abrir camino Tú me llamas.
Fuente: pastoralsj.org
Comentario: El Señor nos manda a abrir caminos, donde quiera que vallamos, y muchas veces para lograr trazar una ruta, un camino tenemos que pasar muchas veces por el mismo lugar, para lograr una ruta en aquellos que no conocen a Dios es necesario que con lo que tenemos a nuestro alcance logremos gota a gota llenar el vaso de muchos hombres y mujeres que necesitan de el.
Dios nos manda a abrir caminos de esperanza, de amor, de misericordia, de alegria, a un mundo sumergido cada dia mas en el pecado y la muerte.
Jesus te manda a abrir camino