LA VENTANA Y EL ESPEJO:
Un joven muy rico fue a ver a un rabino y le pidió un consejo que lo
guiara en la vida. El rabino lo condujo a la ventana:
-¿Qué es lo que ves a través del cristal?
-Veo hombres pasando y un ciego pidiendo limosna en la calle.
Entonces el rabino le mostró un gran espejo.
-Y ahora, ¿qué ves?
-Me veo a mí mismo.
-¡Y ya no ves a los otros! Fíjate que tanto la ventana como el espejo
están hechos de la misma materia: el vidrio. Pero en el espejo, al tener
éste una fina capa de plata cubriéndolo, sólo te ves a ti mismo. Debes
compararte a estos dos tipos de vidrio. Cuando pobre, prestaba atención a
los otros y tenías compasión por ellos. Cubierto de plata, rico, sólo
consigues admirar tu propio reflejo.
Padre Roberto Mena, S>T>