PARA COMENZAR BIEN EL AÑO, SIN PEREZA

Para comenzar bien el año, sin pereza
La pereza, reina del fracaso
La pereza: el séptimo de los pecados capitales. ¿Y qué es? Se trata de la aversión al trabajo. Negligencia e indolencia. Es una falta de esfuerzo físico o espiritual que degenera el alma conduciendo a la tristeza y a la depresión.
Aunque toda persona ha pasado por épocas de pereza en algún momento de su vida, la pereza crónica impide a avanzar en los proyectos y ambiciones y paraliza todo intento de triunfar.
No es lo mismo tener pereza por un rato a ser perezoso. El tener momentos de pereza es normal, pero ser perezoso no lo es pues nuestra mente y cuerpo están diseñados para ser usados constantemente o de lo contrario se atrofian.
La pereza y la falta de una adecuada educación de la voluntad, constituyen una de las más dolorosas formas de pobreza pues impiden disfrutar de la vida y recrear su espíritu al nivel que a nuestra naturaleza humana corresponde.
El círculo vicioso de la pereza
¿Por qué se cae en la pereza? En la mayoría de los casos es por falta de motivación ante lo que hacemos: estudio, trabajo, actividades en el hogar. La falta de objetivos claros hace que no se tengan motivos para luchar y es así como la pereza encuentra su nido. Al no tener algo que nos apasione, al no apreciar el trabajo o el estudio, nace un círculo vicioso: se tiene pereza porque no se hace nada y si no hace nada se da la pereza.
Para romper este círculo es necesario propiciar una acción drástica y salir de la rutina para evaluar acciones que ayuden a combatir este letargo: Al ponerse en acción, la pereza desaparece. Si hay tendencias a volver a caer pero la persona se mantiene en movimiento, la pereza crónica no llega.
La pereza en la familia
Existen familias donde la pereza es ya un hábito de vida. Esto se nota por la dejadez del hogar, por la ropa sucia y sin aplanchar que llevan los niños, por la falta de educación de los hijos. Detalles que denotan que en esa familia no ha habido padres comprometidos con la educación y la crianza y niños que se la pasan tirados en un sillón sin motivación alguna para hacer deporte u otras actividades que exigen esfuerzo.
Si vemos que algunos de nuestros hijos están cayendo en el hábito de la pereza, es preciso tomar acción para que no caigan en este vicio desde temprana edad. Por esto es conveniente crear un plan de vida con horarios establecidos para cada actividad: estudio, comidas, actividades de ocio, tiempo de televisión y hora para ir a la cama. La falta de disciplina en el hogar es una causa poderosa para cultivar la pereza de los hijos.
Acciones para no caer en la pereza
Si usted cree que usted o alguien en su familia es propenso a caer en estado crónico de pereza, he aquí algunas acciones que le ayudarán a combatir este pecado capital.
• En vez de trabajar con desgana, procure encontrar alguna motivación y verá que aparecerán satisfacciones en ese trabajo.
• En vez de ver y de hacer ver el trabajo como una carga pesada, descubrir en él -entre otras cosas- una forma de realizarse, un motivo de satisfacción y una oportunidad de servir a los demás (Einstein decía que sólo una vida vivida por los demás merece la pena ser vivida).
• En vez de estar pensando en la hora de acabar, procurar esmerarse en lo que se está haciendo en cada momento.
• En vez de quejarse continuamente y crear un clima negativo, procurar poner ilusión y crear alrededor un clima positivo.
Frases celebres sobre la pereza
La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla. Benjamin
Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda. Jaime Balmes
En la mayoría de los hombres, las dificultades son hijas de la pereza.
Samuel Johmson
La pereza hace que todo sea difícil; en cambio el trabajo lo vuelve todo más fácil.
Benjamin Franklin
Desdén y pereza, van al azar, si te dominan, nada podrás alcanzar. Escrivá de Balaguer
No existe pasión más poderosa que la pasión de la pereza. Samuel Beckett

14 de enero 2008