En la misa se tocaba el tema de la violencia, y se hablaba de ¿Qué es lo que pasa?.
Mi opinión es que el mundo ha entrado en una etapa de un total desconocimiento de Dios, sí, por si deberas creyéramos en un Dios, que nos ve y que toma en cuenta todas nuestras acciones, no tomaríamos las actitudes que tenemos para con nosotros mismos y las demás personas.
Ejemplo: Cuantas personas estamos en la iglesia "escuchando la misa", y estamos conscientes que Dios está allí frente a nosotros, ¿hacemos alguna reverencia al ir a comulgar?, es Dios mismo que está frente a nosotros y no caemos en cuenta de el privilegio de tener en nuestras entrañas a Dios; se llega la hora de incarse y los padres no enseñan a los pequeños el respeto que se debe y por lo tanto no hacen incarse, "es que son pequeños" dirán, pues desde pequeño es que se debe inculcar las buenas costumbres.
¿Cuantos van al la tienda, mercado, almacén, banco, etc. y si el dependiente o cajero se equivoca en el vuelto y les da de más no regresan y lo devuelven, no razonan que a esa persona que se equivocó se lo descontarán de su salario o pero aún lo pueden despedir?, todo lo contrario, se ríen al ver el dinero demás y lo único que dicen, "ahora tango más para gastar.
Se va en el bus, está lleno, ¿Qué hacen las personas?, patean, empujan, incluso se ponen más al frente para no dejar pasar a los demás, se nos ha olvidado decir "con permiso, voy a pasar"; ¿saben algo?, cuando yo voy pasando en un bus que va muy lleno, pido permiso, y ¡oh, milagro!, las personas se hacen a un lado a veces hasta con una sonrisa en los labios, todo es cuestión de respeto hacia los demás.
Lo mismo será en la casa el respeto al derecho de cada quien, será el cimiento de las buenas costumbres.
Se me viene una escena cuando estaba Jesús ante el Sanedrín y él habla y llega un soldado y le da una bofetada y Jesús le dice:"Si he hablado bien ¿por que me golpeas?".
Uno piensa, "A desgraciado si yo lo tuviera enfrente se las vería con migo, como le pegó a Jesús".
No caemos en cuenta que cada mala acción que cometemos contra otros ó a nosotros mismos es como si golpeáramos a Jesús, aún más fuerte que ese hombre que lo golpeo esa noche.
Eso es el olvido que tenemos de Dios, es que nos dejamos llevar por el materialismo, nos falta rezar, nos falta pensar en Dios, nos falta pensar que esta vida no es para siempre, que todo es pasajero en éste mundo, nos falta pensar más en hacer méritos para ganar el cielo, aseguro, si rezáramos más, lo ensenáramos a nuestros hijos el mundo cambiaría, no ahora, pues ya hay generaciones que tendrán que pasar, pero en un futuro no muy lejano el mundo sería otro.
Da un buenos días, aunque no te respondan o te digan loco, pide permiso para pasar, verás que te lo dan de un mejor modo.
No perdamos a Dios de vista, por que Él camina, tratemos de seguir sus pasos, verás que un día le damos alcance y si nos cogemos de su mano, Él no nos la va a soltar. Amén.