El adviento 1

Tema: El adviento 1 Jue Nov 22, 2007 4:30 pm

El adviento, introducido a la liturgia, desde, 1965
Traducido del francés.

Como el termino EPIPHARIA que traduce a veces, el término ADVIENTO (del griego PAROUSIA) es una palabra cristiana de origen profano. De un punto de vista cultural, significaba la venida anual de la divinidad en su templo para visitara sus fieles: el dios, del cual la estatua estaba propuesta al culto, era creído quedarse en medio de los suyos mientras duraba la solemnidad. La etiqueta de la corte designaba igualmente la primera visita oficial de un personaje importante a la ocasión de su advenimiento o de su entrada en su puesto. Es así que monedas de Corinto perpetúan el recuerdo del ADVENTUS AUGUSTI (Nerón) y que el cronógrafo de 354 designa el día del Advenimiento de Constantino como el ADVENTUS DIVI. En las obras cristianas de los primeros siglos, y especialmente en la VULGATA, ADVENTUS llegó a ser el término clásico usado para designar la venida de Cristo entre los hombres: su advenimiento en la carne, inaugurando los tiempos mesiánicos, y su advenimiento glorioso, que coronará la obra redentora al fin del mundo.
ADVENTUS, NATALE, EPIPHANIA expresan pues la misma realidad fundamental. Cómo el término ADVENTUS llegó a designar el período litúrgico preparatoria a Navidad? Solo la historia puede hacérnoslo saber.

I. Los orígenes del Adviento litúrgico.

1. La preparación a Navidad en Occidente.

Antes de hacer la historia del Adviento romano, el cual empieza en el siglo VI, habría de hablar de una prehistoria del adviento, en Galia y en España. Estas regiones parecen haber recibido, desde el fin del siglo IV y durante el siglo V, la necesidad de una preparación ascética a las fiestas de Navidad-Epifania. De una duración de tres semanas, fue talvez vinculada inicialmente a la preparación del bautismo administrado en la fiesta de la Epifanía. No podemos basarnos sobre un texto atribuido a San Hilario como el testigo el más antiguo de la "cuaresma de Navidad". (1)

Pero desde 380, el concilio de Zaragoza prescribe a los fieles de ser asiduos a la iglesia del 17 de diciembre hasta Epifanía. (2)

Ascesis, oración, asambleas más frecuentes, tales son las primeras características del tiempo de preparación a Navidad. Esta disciplina debía de presentarse en Galia durante el siglo V, donde vemos a Perpetua de Tours (+ 490) instituir un ayuno de tres días por semana desde la San Martín hasta la Navidad. (3)

Tema: Re: El adviento 1 Jue Nov 22, 2007 4:31 pm

El adviento Romano aparece solamente en la segunda mitad del siglo VI con los sacramentarios y los leccionarios que nos transmitieron las fórmulas litúrgicas. Importa de subrayar el hecho que en roma, "El Adviento fue, desde su origen, una institución litúrgica, cuando en las otras partes tuvo consideraciones ascéticas por punto de partida y por normas de su evolución".

Los formularios de las seis, y después de las cuatro semanas preparatorias a Navidad tuvieron alguna pena en encontrar su lugar en el ciclo anual: en el Sacramentario Gelasiano antiguo, las "oraciones del Adviento del señor" se encuentran después del común de los santos al fin del segundo libro llamado "De nataliciis sanctorum" (Natalicios de los Santos); es igualmente al final del sanctoral que el Sacramentario Gregoriano da las "oraciones de Adviento" y el Leccionario de Alcuino las pericopias de los domingos "ante Natale Domini". Hay que esperar los Graduales y Antifonarios de los siglos VIII-IX para encontrar las misas de Adviento al Principio del ciclo.

La constitución litúrgica del II Concilio del Vaticano parece evitar a hacer del Adviento el final del ciclo dominical, cuando declara que la iglesia desarrolla "todo el misterio de Cristo durante el ciclo del año. De la encarnación y la Navidad hasta la Asención, hasta el día de pentecostés, y hasta la espera de la bienaventurada esperanza y del advenimiento del señor. (V. 102)

2. El sentido del Adviento romano.

El estudio de los formularios de la misa y del oficio permite agarrar el sentido preciso que los papas de los siglos VI y VII han querido dar al tiempo del Adviento. Es primero, según la concepción primitiva de las Galias, un tiempo de preparación a la solemnidad del ADVENTUS DOMINI: ut haec divina subsidia ad festa ventura nos praeparent.
(Oración de la postcomunión del tercer domingo de Adviento)

pero como la fiesta de Navidad no dejó de recibir una crecida importancia durante la alta edad media, el Adviento se presenta también como un tiempo de espera alegre de la fiesta de Navidad, orienta principalmente a los cristianos hacia el regreso glorioso del Señor al fin del mundo. El mejor símbolo del Adviento vivido en aquella perspectiva es talvez la "etimasia", el trono vacío del pantocrator, que representan a menudo las mosaicas de Roma y de Ravena. La antigua palabra pagana de ADVENTUS se entiende entonces en su sentido biblico y escatológico de parusía. La espera cristiana encuentra su expansión espontánea en los textos proféticos inspirados por la espera del Mesías: Isaías y Juan Bautista son, en Roma, las dos voces mayores de la liturgia del Adviento.

Tema: Re: El adviento 1 Jue Nov 22, 2007 4:32 pm

3. la preparación a Navidad en Oriente.

"Ninguna liturgia oriental no ha constituido un ciclo de Adviento comparable al de la liturgia romana, tomando la espera mesiánica en toda su amplitud y su indeterminación". Se puede hablar en oriente solamente de preparación a la fiesta de Navidad en el sentido dado en Galia en el siglo V. Dos ritos dan un relieve más marcado a aquella preparación: el rito byzantino y el rito Syriaco.
De la liturgia byzantina, guárdenos principalmente la conmemoración, en el domingo antes de Navidad, " de todos los padres agradables a Dios en los tiempos anteriores, desde Adán hasta José, el esposo de la Muy santa Madre de Dios". todos los santos de la antigua Alianza están invitados a "llevar la danza para la Navidad del señor".
El rito Syriaco llama a las semanas anteriores a Navidad las SEMANAS DE LAS ANUNCIACIONES. Son cinco para los Syriacos occidentales y cuatro para los Syriacos orientales, los cuales invocan sucesivamente la anunciación a Zacarías, la anunciación a María seguida de la visitación, la Navidad de Juan el Bautista y la Anunciación a José.

II. La celebración del Adviento.

Preparación ascética a la fiesta de Navidad, alegre esperanza de la venida del señor. Estos dos sentimientos se armonizan en la celebración romana del Adviento. Mientras las antífonas del oficio son vibrantes de "al leluia", una nota de austeridad marca de manera de adornar los altares, mientras que el órgano tiene que callarse. (Instrucción de música sacra, 3 de septiembre de 1958, n. 80-85)
El adviento está enteramente en el equilibrio de estos dos componentes. Una digna celebración del adviento exige también de no tener en negligencia su ley interna de progresión, de subida hacia Navidad. La tercera semana es rica de sus siete lecturas de Isaías y de sus evangelios de Anunciación y Visitación.
A partir del 17 de diciembre (el día inicial de Adviento según el concilio de Zaragoza) empieza el canto cotidiano de las grandes antífonas "o" que la Iglesia Romana cantaba ya en el tiempo de Carlomagno. Las grandes Antífonas no son solamente una síntesis del más puro Mesianismo del Antiguo Testamento: a través de las imágenes antiguas de la Biblia, enumeran los títulos divinos del Verbo Encargado y su "venga" es portador de toda la esperanza actual de la Iglesia. En ellas la liturgia del Adviento llega a su plenitud.

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