LA CREACIÓN

Tema: LA CREACIÓN Mar Feb 13, 2007 4:17 pm

LA CREACIÓN

OBJETIVO: Descubrir la Creación como obra y expresión del amor de Dios para contemplarla, amarla y administrarla según el designio de Dios.

HECHO DE VIDA:

Todos podemos constatar por el estudio de las ciencias naturales que el universo está poblado de innumerables maravillas. Y si te preguntas de dónde proviene todo ello sólo encontrarás dos respuestas a las cuales se reducen todas las demás que sobre este tema se han dado y pueden darse:
1. O decimos que todo es fruto de la evolución casual.
2. O admitimos la existencia de un Creador Sapientísimo y Omnipotente a quien llamamos Dios.
Ahora bien, el sentido común guiado por la experiencia diaria nos convence de que la casualidad sólo puede producir algunos efectos muy simples y poco numerosos y que, por lo mismo, es absolutamente absurdo y ridículo atribuir a la casualidad tan numerosos, complicados y maravillosos efectos como contemplamos en la naturaleza. ¿Sabías, por ejemplo, que los insectos están clasificados en más de 300,000 especies distintas?. Y cada especie es una gran maravilla... Y no sólo cada especie, bastaría examinar el ojo o la antena de una hormiga para saber que Dios es el creador; cada célula encierra en sí el prodigioso misterio de la vida. Ese misterio que aún los hombres más sabios no han podido descubrir, pues, a pesar de muchos intentos, no han logrado hacer ni una sola célula viva. ¡Piensa si la casualidad podría hacer en tan variada abundancia lo que la sabiduría humana no ha podido ni siquiera conocer!.

Preguntas para compartir:

1. ¿Crees que el universo es producto de la casualidad?
2. ¿Qué es la creación y cuál es el fin de ella?
3. ¿Crees que la creación nos lleva a pensar en Dios? (Cf. Rom 1, 19-20).

LECTURA BÍBLICA: Gn 1,1-2,4a

CONTENIDO DOCTRINAL:

1. El problema de la creación:

La cuestión sobre los orígenes del mundo y del hombre reviste una importancia capital, pues trata de explicitar una serie de interrogantes que los hombres de todos los tiempos se han formulado: ¿De dónde venimos?, ¿A dónde vamos?, ¿Cuál es el origen y el fin de todo cuanto existe?, etc. No se trata sólo de saber cuándo y cómo ha surgido materialmente el cosmos, ni cuando apareció el hombre, sino más bien de descubrir cuál es el sentido de tal origen: si está gobernado por el azar, un destino ciego, una necesidad anónima, o bien por un Ser trascendente, inteligente y bueno, llamado Dios. Y si el mundo procede de la bondad y de la sabiduría de Dios, ¿por qué existe el mal?, ¿de dónde viene?, ¿quién es responsable de él? y ¿dónde está la posibilidad de liberarse del mal?.
El problema de la creación del mundo se ha encarado siempre en las formulaciones religiosas de todos los pueblos, puesto que una de las tareas esenciales atribuidas a Dios es la de dar origen al cosmos y a su armonía.
Todas las religiones han querido hablar de ese universo y de su fundamento último. Pero lo han hecho siempre con imágenes y con símbolos tomados de la actividad de los hombres (mitos). Sin embargo, lo esencial tras esos detalles secundarios y descriptivos es la enseñanza de que Dios es el origen de todo cuanto existe y que en Él se apoya el universo para mantenerse en su orden y belleza.
Ciertamente, el hombre puede encontrar por sí mismo una respuesta a la cuestión de los orígenes, ya que la existencia de Dios Creador puede ser conocida con certeza por sus obras gracias a la luz de la razón humana. Sin embargo, más allá del conocimiento natural que todo hombre puede tener del Creador (cf. Hch 17, 24-29; Rm 1, 19-20), Dios quiso revelar a su pueblo todo lo que es saludable conocer al respecto.

2. ¿Qué dice la Biblia de la creación?

La Sagrada Escritura comienza con la narración de la creación del mundo (Cf. Gn 1,1-2,4a). Pero la finalidad de este relato bíblico no es la de hacer un reportaje “histórico” de los orígenes ni ofrecernos una serie de datos que la ciencia puede alcanzar con el esfuerzo humano. No se trata, pues, de una página de ciencias naturales que nos informa sobre el cómo de la creación del mundo en seis días, la aparición de la luz antes que las estrellas, etc.
Independientemente del revestimiento literario, cuando la Biblia nos habla de la creación lo hace con miras a la salvación. Por eso, Gn 1, es una reflexión religiosa. Nos enseña que Dios, Señor del Universo, puede salvar porque es dueño de todas las cosas. Y que si creó al mundo y a los hombres fue precisamente para darles su amor y la salvación. En la Biblia, la creación es el prólogo de la Alianza y, por eso, se narra como preparación para el encuentro de Dios con los hombres.

3. Teología de la creación:

Podemos resumir la doctrina de la creación en tres cuestiones fundamentales: el hecho, el modo y el fin de la creación.

3.1. El hecho de la creación:

 Dios crea por sabiduría y por amor:

El mundo es obra de la sabiduría de Dios . No es producto de una necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar. Procede de la voluntad libre de Dios que ha querido hacer participar a las criaturas de su ser, de su sabiduría y de su bondad: “Porque tú has creado el universo; por tu voluntad lo que no existía fue creado” (Ap 4,11).
La creación de todas las cosas es obra del amor de Dios. Dios se basta de alguna manera a sí mismo y en ese sentido no necesita de las demás cosas. Pero el amor de Dios es comunicativo, autodonación generosa, y, por eso, Dios da el ser a las cosas, no porque necesita de ellas, sino para enriquecerlas con su riqueza.

 La creación es obra de la Santísima Trinidad:

 “En el principio, Dios creó el cielo y la tierra” (Gn 1,1).
Tres cosas se afirman en estas primeras palabras de la Sagrada Escritura:
1. Dios ha dado principio a todo lo que existe fuera de Él.
2. Sólo Él es creador. El verbo “crear”, (en hebreo “bara´”) se reserva para la acción creadora de Dios, diferente de la acción productora del hombre.
3. La totalidad de lo que existe (expresada por la fórmula “el cielo y la tierra”) depende de aquél que le da el ser.

 “En el principio existía el Verbo... y el Verbo era Dios... Todo se hizo por Él y sin Él no se hizo nada de cuanto existe” (Jn 1,1-3).

El Nuevo Testamento revela que Dios creó todo por el Verbo Eterno, su Hijo amado:

“En Él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra... todo fue creado con Él y para Él, Él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en Él su consistencia” (Col 1,16-17).
 La fe de la Iglesia afirma también la acción creadora del Espíritu Santo: Él es el “dador de vida”, el “Espíritu Creador” y la “fuente de todo bien”.

Por lo tanto, la doctrina de la Iglesia acerca de la creación afirma que ésta es obra de la Santísima Trinidad.

 Dios crea “de la nada”

Dios crea libremente “ de la nada”, es decir, que no hay algo que preexista a la acción creadora, la motive o la funde, fuera de Dios. Dios no encuentra nada dado que condicione de algún modo su obrar. Todo lo que existe ha sido creado por Dios, por eso, el mundo es bueno.

3.2. El modo de la creación:

La Biblia no nos habla de la forma concreta en que Dios crea el universo. En realidad todo esto se envuelve en un gran misterio, pero la opinión más aceptada por la Iglesia y la ciencia, como producto de la contemplación de la obra creadora de Dios, es que la creación es un proceso dinámico y evolutivo, no es algo acabado ni estático, sino que es un continuo hacer (Creación continua).
Dios está en el comienzo, en el medio y en el fin de la creación, esto significa que todo es de Dios y que todo está en Dios, pero no todo es Dios; Dios trasciende su obra a pesar de estar presente en ella.

3.3. El fin de la creación:

La cuestión del fin de la creación puede formularse en estos términos: ¿Por qué o para qué crea Dios?, ¿por qué o para qué existe el mundo?.
Ambas interrogantes tienen una única respuesta, que es el motivo que impulsa a crear. El fin de la creación es Dios mismo. El mundo ha sido creado para la gloria de Dios. Esto parecería que es un egoísmo de Dios, pero no es así. Dios ha creado todas las cosas no para aumentar su gloria, ni para perfeccionarse, sino para manifestarla y comunicarla. Porque Dios no tiene otra razón para crear que su amor y su bondad.

El Vaticano II afirma que “Dios crea para ser todo en todas las cosas, procurando al mismo tiempo su gloria y nuestra felicidad”. (A.G. 2)

CONCLUSIONES:

1. La Biblia no nos dice cómo se creó el mundo, sino que Dios creó el mundo.

2. La creación es obra de la sabiduría y del amor del Dios Uno y Trino, en el cual profesamos nuestra fe. No es fruto de la casualidad.

3. La obra creadora de Dios es continua. Es un proceso dinámico y evolutivo.

4. Dios creó el mundo para manifestar y comunicar su gloria y procurar nuestra felicidad.
Tomado de http://groups.msn.com/NuevaFilipos/_whatsnew.msnw
Material de catequesis: hay más... Office