CARTA A MI HIJO
Autor desconocido
Hijo:
Ahora que ya eres bachiller, ahora que has cosechado el primer éxito de tu vida y que, con las alas de este logro te otorga, empiezas a alzar tu vuelo, déjame que te cuente algunas cosas que me hubiera gustado saber antes de emprender yo el mío…
La primera, que todo en la vida es lo mismo, cuestión de tesón y esfuerzo. El talento ayuda, claro. Pero es un componente menor de una carrera donde lo difícil es hacer lo fácil, esto es, donde la tarea de cada día resulta el escollo mayor para culminar cualquier obra.
Sé, por tanto, perseverante. Si las cosas no te salen a la primera, inténtalo una segunda. Y si no una tercera. Pero no cedas ni te desanimes. Mis mejores enseñanzas vinieron siempre del fracaso y la derrota. Y los pocos sabios que conozco son aquellos que usaron el error y el desengaño como luces. De modo que insiste, porfía, resiste. Verás que tarde o temprano el éxito llegará a ti como este tu primer título.
No codicies demasiado, empero. Procura que tu ambición no supere tu talento y que tu vanidad sea menor que tus méritos. Y ya sea que el éxito se presente bajo la forma de poder, fortuna o fama, ten cuidado. Este trío de apetitos genera rechazos y envidias. Con que si tienes poder, úsalo con prudencia. Si dinero, con discreción. Y si fama, con modestia.
Trata de usar bien tu tiempo, es tu activo más valioso. Quizá por eso, uno de los entretenimientos favoritos de la gente es usar el de los demás. No lo permitas. Ser dueño de tu tiempo, es ser sueño de tu vida y de ti mismo. Evita pues, que otros usufructúen mas allá de lo que estás dispuesto a concederles.
Con el tiempo ya en tus manos, haz lo que desees hacer, y no lo que otros desean. En otras palabras, sé compañero de todos, pero comodín de ninguno. Fíjate en la baraja. El comodín no es mas que un payaso que solo sirve para que los demás hagan su poker.
Y no te apresures. No te bebas la vida sin exprimirla. Pero sobre todo, no te dejes llevar por prisas ajenas. Mas de una vez me he visto arrastrado por el vendaval de los momentos "Críticos", también llamados históricos. Y para postre, siempre resultaron ser momentos de otros.
No cometas mi mismo error. La prisa es una pasión estúpida. Tendrás tiempo para todo. Y aún te sobrará para que hagas en la vida cuanto gustes.
Cultiva la curiosidad, mantén ocupada la mente. A tu edad, yo aún no sabía que leer y pensar son el quehacer menos común de las personas. Y la razón es que exigen un sacrificio muy grande. Puedo asegurarte, sin embargo, que ninguna inversión produce tan altos dividendos. Lee pues, todo lo que puedas. Dedica tiempo a pensar, a articular, a articular sueños… Y no dejes nunca de aprender ni de ampliar el saber con el que hoy inicias tu despegue.
Mantente, sin embargo, alerta. Que nadie pretenda hacerte ver blanco lo que es negro. Te lo digo porque, en los años por venir, serás acosado por gentes que te llegarán diciendo "Esta es la verdad" Yo también padecí ese castigo. Y por su causa, entré inocente en el mundo y salí de el con malicia, fui hombre de acendrada fe y acabé creyendo pocas cosas. Entre ellas, que la única verdad digna de tal nombre es la que cada persona descubre en su corazón.
Por todo ello, guárdate de doctrineros, vendecausas y cantamañas que se acerquen a ti con el ánimo de manosear tu espíritu. Esa gente es peor que las drogas. Y una amenaza a tu libertad. Tu espíritu es tu santuario, tu mundo secreto…Hazlo sabio, hermoso, atrayente. Pero consérvalo libre y no dejes que nadie se apodere de el para vivirte tu vida. No seas eco, sino voz: esto es lo que quiero decir. Y a diferencia de los aficionados del karaoke, no cantes con música ajena, sé tu mismo. Confía en tu conciencia, en tu buen juicio, en tu saber, en tus iniciativas. Y por favor, no seas metafísico. Que la duda no te agarrote. Actúa. Suele ocurrir, además que los que saben son aquellos que hacen las cosas, y los que no, se dedican a decir a los demás como hacerlas.
Y algo importante. A pesar del trampal y de las minas ocultas que sin duda hallarás en tu vida, no pierdas la capacidad de ilusionarte y sorprenderte como cuando eras niño. Ni de indignarte por el abuso o por la injusticia. Conserva la sencillez en el trato. Y sé siempre leal con la amistad.
Los romanos solían decir que los amigos divierten como las Gracias, e inspiran como las Musas. Y que no deberían ser menos de tres, como aquellas, ni más de siete como éstas. Pero una vez elegidos…se debe estar dispuesto a beber por ellos la copa de Alejandro.
Este dicho viene de una vieja historia: Tenía Alejandro Magno un amigo llamado Filipo. Un día Alejandro cayó enfermo y Filipo se dispuso a preparar una bebida para bajarle la fiebre. Pero mientras se ocupaba de ello, Alejandro recibió una nota en la que se le avisaba que sería envenenado por su amigo. La respuesta de Alejandro, fue apurar la bebida, al tiempo que mostraba a Filipo la nota delatora, la cuál resultó ser una calumnia. Desde entonces, beber la copa de Alejandro significa tener una absoluta confianza en la amistad.
Ten siempre esa copa a mano. Y por amarga que sea, bébela cuando sea preciso.
También aprendí otras cosas, pero hoy no quiero aburrirte.
Llévate en tu ascenso estas ideas y la ética casera que te he inculcado estos años. Quizá ahora entiendas por qué rara ves te he dicho que seas bueno, por que con serlo no basta. En cambio te he recomendado que seas cauto, prudente y digno. El consejo sigue siendo válido. Si lo practicas, serás siempre respetado. Pero sobre todo podrás llevar con orgullo el título de persona por la vida. Así pues, alza tu vuelo. Esta es tu hora más feliz.
Enhorabuena, y mucha suerte, hijo mío.
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