a) "Tío Pater"; b) Encuentros con Papas; c) Noche de Reyes.

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Un primo hermano mío, que vive en Madrid, y que nos queremos exactamente como hermanos, me envió en una ocasión un e-mail del que entresaco estas líneas. Su tío, desde muy joven, y hasta el final de su vida, estuvo de Misionero en la selva del Brasil. Ya anciano, hace unos pocos años, se fue con Dios. Lo que me escribe mi primo os lo pongo en letras rojas, para que lo distingáis mejor. En el último párrafo, mi primo habla de Romeu. Se trata de un Sacerdote, que en su día fue adoptado como hijo por los padres de mi primo, y que es de Brasil, y vive allí. Cada cierto tiempo viene un mes a España para recoger dinero y llevarlo a su país, ya que allí hay tanta gente extremadamente necesitada. ¡¡ El penúltimo párrafo es alucinante... !! Os transcribo las líneas de mi primo:


Te cuento algo sobre mi tío Jaime, el Misionero. Una vocación de ayudar a los pobres impresionante.

Increíble. Cuando venía a España, cada varios años, llegaba a Barajas como un mendigo (de verdad). Ropa vieja, sucia, rota, etc. No tenía tiempo de ocuparse de él.

Mi tío Manolo lo primero "le ordenaba" bañarse bien en casa, y luego le llevaba de tiendas a vestirle "como es debido", sin lujos pero decente. Un día me dijo Manolo: la ropa le vale sólo el mes que está aquí, en cuanto llega a Brasil se la regala a un pobre y se pone de nuevo ropa vieja y rota que nadie quiere.

En otra ocasión, hace muchos años, quizás sobre 1970, estaba en Madrid y tenía que ir a Andalucía a ver a algún pariente. Manolo fue a la estación del tren a sacarle el billete. Al llegar a casa todo contento, Manolo le dijo a Jaime "toma, billete de ida y vuelta, te he sacado primera clase para que viajes mas descansado".

El "tío Pater", como así le llamábamos, le dijo "yo no voy en primera clase, voy en segunda". Así que Manolo, que era un SANTO, sin rechistar volvió a la estación a cambiar el billete por uno de segunda.

Y una vez, estando con indios en la selva (pues pasaba en ella largas temporadas) se topó con una tribu de caníbales y se lo quisieron comer. Gracias a Dios quedan poquísimas tribus caníbales en el mundo. No recuerdo cómo salvó el pellejo.


Mi primo, a la vez que me envió lo de su tío Misionero, me envió un Link. Es un artículo del Arzobispado de Madrid acerca del Padre Jaime Rodríguez-Candela Manzaneque, que así se llama el tío de mi primo. Pero os lo transcribo para que veáis algo (sólo algo...) de la impresionante labor que hizo ese Misionero en Brasil durante tantísimos años. Yo, desde que murió (y eso que nunca le llegué a conocer), le rezo como se le reza a un santo:



http://www.misionmadrid.com/index.php?page=site.modDetail&mod=mis&control=414&op=20&portal=mision&PHPSESSID=a5d199275d56529f7a303ec859028038

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El 2 de Noviembre de 1982 fue una fecha importante para los católicos: era la primera vez que un Papa visitaba España. Era Juan Pablo II. Fuí a Madrid al Encuentro con los jóvenes en el Bernabeu, y lo hice en uno de los autocares que se fletaban desde Barcelona para la ocasión. Pero, llegado el día, fue tal la avalancha de gente para entrar en el estadio de fútbol, que todos los de mi alrededor y yo creíamos morir aplastados. Iba yo con una amiga, a la que le habían realizado once operaciones quirúrgicas del codo, ¡¡ y la multitud se lo estaba aplastando... !! Imaginaos si fue horrible que cuando, después de mucho tiempo sin apenas poder respirar (no había espacio para ensancharse los pulmones...), logré llegar cerca de la puerta del estadio, estaba un soldado, con cara "de muy pocos amigos", apuntándonos con una metralleta (jamás he comprendido el por qué nos apuntaba con ella en vez de ayudarnos a entrar...) y diciéndonos continuamente que no podíamos pasar. Yo, como me sentía morir, le dije: "me estoy muriendo". Y, al instante, arrastrándome por el suelo, ¡¡ pasé por debajo de sus piernas !! Lo hice así porque no había otro espacio para pasar y porque pensé que no se atrevería a dispararme delante de tantísima gente, y además no yendo yo a matar a nadie, ni nada similar, sino yendo a ver al Papa. De todas formas, os aseguro que me impresionó mucho estar desobedeciendo las órdenes de un soldado que con cara de muy antipático y que me estaba apuntando con su metralleta a sólo unos centímetros de mi cabeza... Pero, repito, no tenía otra opción, pues me estaba muriendo...

Una vez llegué adentro, puedo aseguraros que me daba igual el Santo Padre ¡¡ acababa de salvar mi vida !! Me tumbé en el suelo para tratar de poder respirar. ¿Y sabéis qué? pues que estaba toda la escalera de fuera del recinto, y la parte de abajo de la escalera ¡¡ llena de gente por el suelo, con cara de sentirse muy mal y, al igual que yo, intentando respirar... !! Tardé un rato en tomar ánimos para meterme dentro del estadio para ver al Papa. Pero cuando entré en el Bernabeu, el Papa y todo me daban igual, ¡¡ sólo pensaba en que había vuelto a nacer !!

De todas formas no todo el mundo tuvo la misma experiencia que yo: hermanos y sobrinos míos entraron por otra puerta y no les pasó nada. Eso sí, al día siguiente se enteraron por la prensa de que, debido a una enorme aglomeración de personas, estuvo a punto de ocurrir una gran tragedia.

A propósito de esa visita del Papa a los jóvenes en el Bernabeu, os comento que la frase que hasta el día de hoy se me ha quedado más grabada de Juan Pablo II fue ésta, que pronunció varias veces, y con voz muy potente: "¡¡ Hemos de ser amigos fuertes de Dios !!"

También estuve en Mayo del 2003 en el Aeropuerto de Madrid de "Cuatro Vientos" con un montón de amigos y familiares. Llegué a estar a un metro del Papa. ¡¡ De allí tengo un recuerdo maravilloso !!

A Juan Pablo II lo ví además en Barcelona, pues vino dos veces, y también en varios viajes que he hecho a Roma. Y, como soy mayor que vosotros, también conocí en Roma a Pablo VI... Pasó a dos o tres metros de mí, y me miró. Esa mirada del Papa, tan dulce y profunda, me causó tal impacto, ¡¡ que aún la conservo en mi mente y en mi corazón !!

Y también fui a Valencia, con nueve hermanos y sobrinos, a ver a Benedicto XVI. Unos tres días antes ocurrió una tragedia impresionante en el metro de Valencia, con 45 muertos. Y del 11 al 15 de Septiembre de 2008 volví a verlo con mi hermana en Lourdes, pues acudió allí con motivo del 150º Aniversario de las Apariciones.

Del Bernabeu es la única visita del Papa de la que, por verme a las puertas de la muerte, no guardo buen recuerdo. Lo siento. De todas las demás ¡¡ por supuesto que sí !!

Esta anécdota la he traído hoy al foro para que vayáis siempre con mucho cuidado con las aglomeraciones de gente. Mirad lo que pasó hace un año y medio con cinco chicas jóvenes en el "Madrid Arena"... Por cierto, una de ellas, Belén Langdon era amiga de una sobrina mía, y una hermana de Belén era amiga de otra sobrina mía.

Sólo quien haya pasado por una situación igual o similar a la mía puede hacerse realmente cargo de lo que se puede llegar a sentir en ese tiempo en que ves que te mueres por no poder respirar...

El impresionante tapón del Bernabeu duró ¡¡ una hora !! (mi amiga y yo llegamos de las primeras a las puertas del Bernabeu, y por ello sufrimos mucho más los apretones...), pero puedo aseguraros que esa hora se me hizo una eternidad. Lo que nunca he llegado a comprender es cómo una chica que estaba junto a nosotras no llegó a morir, pues era muy bajita, y ni nosotras, ni nadie, la pudo llegar en ningún momento a aupar. Lo que seguro que le debió de pasar a ella, y también a nosotras, es que todavía no había llegado nuestra hora de morir. Está muy claro.

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Voy a contaros otra situación similar que me pasó en la tarde del 5 de Enero de 1966, entrando ya en la Noche de Reyes.

Cuando tenía yo 17 años fuí a la Cabalgata de Reyes con varios hermanos menores que yo. Algún año había ido con siete, pero en esta ocasión recuerdo que me llevé a menos. Pues bien, en medio de la Plaza de Cataluña, la multitud nos fue empujando y empujando. Pero no hacia la cabalgata, sino hacia "El Corte Inglés", que ocupa uno de los cuatro lados de esa gran plaza. La multitud nos fue metiendo dentro de ese almacén, y fuimos subiendo las escaleras, empujados también por la multitud. Yo sólo recuerdo que les dije a mis hermanos pequeños que rezaran sin parar a Dios para que pudiéramos salir cuanto antes de ese gran tumulto.

Me acuerdo que una hermana de 6 años me decía: ¡¡ pero si no puedo respirar... !! Había gente que aprovechaba la ocasión para robar. Lo vieron mis propios ojos, y también lo vieron algunos de mis hermanos... Recuerdo que recé con mucha fe a Dios para que no nos pasara nada a nosotros, ni a nadie. ¡¡ Pero lo super difícil era ir agarrando a mis hermanos, para que no se me perdieran... !! Estoy segura de que nuestros respectivos Ángeles de la Guarda, en aquella Noche de Reyes, hicieron "Jornada Intensiva".

De los apretujones... ¡¡ Líbera nos Dómine !!



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Postdata a mi anterior mensaje:

Refiriéndome a "El Corte Inglés", sin querer he puesto que es un almacén. Evidentemente, quería poner "centro comercial".



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De las tres anécdotas que os conté hace unos días, acabo de notar que me olvidé transcribir un párrafo, que estaría al final de las letras rojas. El párrafo es el siguiente: "Cuando en Navidad venga Romeu, se lo preguntaré".

Mi primo quería referirse a que cuando el hijo adoptivo de mis tíos, el Padre Romeu, viniera de Brasil a Madrid por Navidad le preguntaría mi primo si recordaba cómo salvó el pellejo de morir a manos de los caníbales su tío Jaime.

En cuanto saque tiempo os contaré más anécdotas, pues tengo un montonazo de ellas en mi cabeza... La anécdota del tío Misionero de mi primo Jaime (mi primo se llama igual que su tío Jaime) lleva en unos días 74 lecturas. ¡¡ Todo un exitazo !! (je, jeeee...).

Un fuerte abrazo a todos, y que el Señor nos bendiga.


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Postdata a mi anterior mensaje:

Se me ha olvidado poneros que el párrafo que se me olvidó poner pertenece a la primera de las tres anécdotas que os conté hace unos días. O sea, a la que titulé: "Tío Pater".



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