Apariciones de la Virgen .....IV

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Muchos son los textos que circulan entre nosotros, y que son leídos constantemente en forma personal o en reuniones de oración, sin tener en cuenta lo que pide el Nuevo Catecismo, es decir, sin discernir la seriedad de su contenido.
Por ejemplo, una profecía de la beata Ana María Taigi, luego repetida por otros videntes, y que se halla muy difundida entre la gente expresa: "Dios enviará dos castigos. Uno en forma de guerra y otro en forma de oscuridad que durará tres días y tres noches. Durante este tiempo los fieles deben permanece en sus casas rezando el rosario y pidiendo a Dios su misericordia.."
Salta a la vista que no se puede tomar en serio este mensaje. Jesús en la parábola del Hijo pródigo enseña que Dios no castiga al pecador sino que le tiene infinita paciencia, de la misma manera que la parábola de la cizaña y el trigo nos deja ver que Dios no arrancará el mal del mundo, ni convertirá a los hombres obligatoriamente, sino que esperará con benevolencia hasta el final de los tiempos. ¿Acaso María puede contradecir a Jesús?

Otro ejemplo está en el supuesto mensaje que Jesús le transmitió a sor María Adalfune: "No puedo ya evitar al mundo el castigo que le está reservado. Las catástrofes serán espantosas. Pero por la intercesión de María serán abreviadas. Dios se ve obligado a imponer un remedio....pero la única esperanza es la intercesión de María"
al igual que ésta, muchas revelaciones tienen la característica de contraponer la justicia de Dios, con la bondad de María. Es decir, mientras Dios busca nuestra muerte, ella frena a Dios. Es absurdo. Si Dios quisiera destruir al mundo, María no tendría por qué oponerse. Más bien, se sumaría gustosa, porque ella es la esclava del Señor (Lc.1,38 )

Todos estos mensajes resultan tan incoherentes y nos transmiten una imagen de Dios y de María tan distorsionada, que el papa Pablo VI, en una famosa alocución de 1964 dijo: "Algunos piensan, con ingenua mentalidad, que la Virgen es más misericordiosa que Dios. Con juicio infantil sostienen que Dios es más severo y que necesitamos recurrir a la Virgen ya que, de otro modo, Dios nos castigaría. Es cierto que la Virgen es intercesora, pero la fuente de toda bondad es Dios"
¡Qué vergüenza que un Papa haya tenido que salir a aclarar a los católicos que Dios es bueno y nos ama!.

Todos estos supuestos mensajes y revelaciones privadas de la Virgen tienen una deplorable particularidad: colocan a María como centro, núcleo y cumbre de la vida espiritual del creyente. Lo cual constituye una verdadera desviación de la fe católica, puesto que el único centro y cumbre de nuestra fe es Dios. La devoción a María sólo puede ser aceptada si nos lleva hasta Dios, es decir, si desemboca en una mayor entrega a Dios, si nos acerca más a él. No si lo reemplaza.

El papa Juan Pablo segundo afirma : "Porque en la doctrina mariana es necesario mantener siempre la infinita diferencia existente entre la persona humana de María y la persona divina de Jesús. Atribuirle a María lo máximo no puede convertirse en norma de mariología"
El Papa, pues, dice a los católicos que entre María y Jesús existe una infinita diferencia, colocarlos al mismo nivel es una grave desviación.

Sin embargo, a veces vemos con preocupación que en muchas devociones católicas, a María no se la coloca al mismo nivel de Jesús, sino por encima mismo del Jesús. Ciertos actos piadosos se centran de tal manera en ella que Jesús pareciera no existir o existir sólo en un segundo plano.

Por ejemplo, en los mensajes al padre Esteban Gobbi, del Movimiento Sacerdotal Mariano, María dice: En el momento en que yo nací....junto a mi cuna se arrodilla el Padre con inmenso amor; el Verbo, a la espera de bajar a mi seno; el Espíritu Santo, que ya se comunica a mi alma..."
Mostrar a la Santísima Trinidad arrodillada ante la cuna de María, en actitud de adoración a ella es, ciertamente, una insensatez muy grave.

Y no faltan grupos e institucuiones cristianas, a la hora de reunirse, siguen ciertos pasos como: 1)invocación a María; 2)Rezo del Rosario a María; 3) Lectura del algún mensaje de María; 4)acto de consagración a María; 5) Acción de gracias y despedida de María.
¿Y Jesucristo dónde está?...

Cuando las iglesias protestantes nos acusan de "adorar" a María solemos defendernos diciendo que no la adoramos sino que la veneramos. Y en teoría esa distinción es cierta. Pero en la práctica muchas veces no. Porque adorar significa dar el culto que le debemos a Dios, y muchas veces, sin quererlo, a María se le da el culto propio de Dios.

(tomado del libro "¿Puede aparecerse la Virgen María? del P. A. Alvarez Valdés)